jueves, 6 de enero de 2011

Octogésima tercera reflexión.

“¡Qué grandes son tus obras, Señor, qué grandes tus proyectos!
El hombre ignorante no los entiende,
El necio estas cosas no las comprende.
Aunque broten los malvados como hierba, y florezcan los malhechores,
Serán exterminados para siempre”. (Sal. 91, 6 - 8).
TAS

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