lunes, 7 de septiembre de 2009

Trigésima segunda reflexión.


“Vengan a mí todos los que están fatigados y agobiados, y yo los aliviaré.
Carguen con mi yugo y aprendan de mí, que soy sencillo y humilde de corazón,
y encontrarán descanso para sus vidas.
Porque mi yugo es suave y mi carga ligera”. (Mt. 11,28-30).
TAS

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