viernes, 14 de mayo de 2010

Sesentava segunda reflexión.

“Yo soy a vid verdadera, y mi Padre es el viñador. El Padre corta todas las ramas unidas a mí que no dan fruto y poda las que dan fruto, para que den más fruto. Ustedes ya están limpios, gracias a las palabras que les he comunicado. Permanezcan unidos a mí, como yo lo estoy a ustedes. Ninguna rama puede producir fruto por sí misma, sin permanecer unida a la vid, y lo mismo les ocurrirá a ustedes si no están unidos a mí. Yo soy la vid, ustedes las ramas. El que permanece unido a mí, como yo estoy unido a él; produce mucho fruto; porque sin mí no pueden hacer nada. Si permanecen unidos a mí y mis palabras permanecen en ustedes, pidan lo que quieran y lo tendrán. Mi Padre recibe gloria cuando producen fruto en abundancia, y se manifiestan como discípulos míos”. (Jn. 15, 1-5, 7-8).

TAS

No hay comentarios: