martes, 12 de octubre de 2010

Septuagésima séptima reflexión.

“Hermanos si alguno es sorprendido en alguna falta, ustedes que están animados por el espíritu, corríjanlo con humildad. Y no te descuides tú mismo, que también tú puedes ser puesto a prueba. Ayúdense mutuamente a llevar las cargas, y así cumplirán la ley de Cristo. Si alguno piensa que es algo, no siendo nada se engaña a sí mismo. Que cada uno examine su conducta y sea ella la que le proporcione motivos de satisfacción, y no el comportamiento de otros, pues cada uno debe llevar su propia carga”. (Gál. 6, 1-5). TAS

No hay comentarios: