miércoles, 5 de mayo de 2010

Sesentava primera reflexión.


“Quien hiere el ojo, hace brotar lágrimas; quien hiere el corazón, descubre sentimientos. Quien tira una piedra a los pájaros; los espanta; quien injuria a un amigo, rompe la amistad. Aunque hayas sacado la espada contra tu amigo, no te angusties que aún puede haber arreglo; si has abierto la boca contra tu amigo, no temas, es posible la reconciliación; a no ser que haya ofensa, desprecio, un secreto descubierto, o golpe a traición, porque entonces tu amigo se irá”.(Eclo. 22, 19 – 22).
TAS

No hay comentarios: